Berlín ordena a Denver que ejecute a Mónica al pillarla con un móvil, y ella ruega por su vida. Pero si Denver no la mata, será él quien acabe con un tiro en la cabeza. Por otro lado, Moscú enfurece con la orden que ha recibido su hijo y casi tira el plan por la borda, prefiere entregarse a que su hijo se convierta en un asesino.
La inspectora Raquel Murillo sigue empeñada en que los atracadores se rindan, pero el Profesor impone sus condiciones; quiere unos camiones y un barco para huir. Al mismo tiempo, Río se acerca a Alison, poniendo muy nervioso a Tokio, y Raquel abre su corazón a Salva, el desconocido que conoció en la cafetería, sin saber que realmente está abriendo su vida privada al cerebro del gran golpe, a El Profesor.
Imágenes
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